domingo, 11 de septiembre de 2011

Volver

Hoy tuve ganas de mirarte, luna. Y de mirarlas, estrellas. Como cuando antes, que me quedaba horas y horas simplemente observando, con las estrellas nomás en la cabeza, pensando en la inmensidad y la perfección, y todas las cosas que uno puede pensar ante tal grandeza. Hoy tuve ganas, hoy me acosté al sol, dejé que este me acariciara el pelo, las mejillas, los ojos, el cuerpo. Sentí que me quemabas, sol. Hoy sentí que sentía como hacía tiempo... hoy sentí el fuego en las venas, el sonido del silencio, todo lo que tenía guardado, que tan bien me hacía. Hoy volví a sentir. Hoy volví a sentirme. Sí, hoy volví a sentirte.

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